La comunicación es clave para los peluqueros caninos y sus clientes

Muchos peluqueros tienen clientes "habituales". Los que vienen desde hace años. Los dueños nos confían el aspecto de su perro, sin tener que dar instrucciones. Este tipo de situación lleva tiempo.

El cliente debe desarrollar confianza en su peluquero. Confíe en que se está haciendo todo lo que debería hacerse. También deben estar contentos con el aseo en cada visita. Entonces sucede de repente. Mis clientes entran, charlan unos minutos, su perro está feliz de verme, el perro y yo jugamos unos minutos, luego le digo al cliente a qué hora volver y se van alegres. Acicalo al perro de la manera que creo que se ve mejor y esa será la longitud adecuada hasta su próxima cita. La situación perfecta.

 

También están los clientes que vienen desde hace años. Sus perros se cortan el mismo pelo en cada visita. Sin embargo, el cliente siempre debe dar instrucciones. También está esa vez en que quizás se olvidaron las uñas o no se limpiaron bien las orejas. Cuando las cosas se “olvidan”, la gente tiende a perder la confianza en que haremos lo que se supone que debemos hacer. Es entonces cuando sienten la necesidad de recordárnoslo. Luego están aquellos que solo tienen la necesidad de recordárnoslo, ¡aunque nunca lo hayamos olvidado!

Cada cliente puede ser un poco diferente

¡Así que aquí tenemos al cliente perfecto que nos permite hacer lo que queramos porque confían en nuestra capacidad para hacer que su perro se vea hermoso! También contamos con el cliente que da instrucciones en cada visita.

Como peluqueros, siempre es una buena idea hacer preguntas. ¡Ya sea el "cliente perfecto" que nunca da instrucciones o los demás que están pidiendo esa pulgada cuando en realidad se refieren a dos pulgadas! ¡Siempre es mejor prevenir que curar!

 

¡La comunicación es la clave del éxito!   

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